Muchos latinos en EEUU no duermen lo suficiente, y los investigadores tratan de descubrir los motivos
Por Lourdes Medrano, American Heart Association News
Una buena noche de sueño es esencial para buena salud, pero muchos latinos en Estados Unidos no logran esto.
Para arrojar luz sobre los posibles motivos, los investigadores están estudiando los hábitos de sueño de personas que viven cerca de la frontera entre Estados Unidos y México.
"Honestamente, no pienso que tengamos una muy buena comprensión de cuáles son los índices de (problemas con el sueño) en la comunidad latina", dijo John Ruiz, profesor de psicología de la Universidad de Arizona, en Tucson. Él es parte del equipo de investigación que estudia los hábitos de sueño de los latinos que viven en Nogales, Arizona, una región a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
El objetivo del estudio sobre salud cardiometabólica y sueño en Nogales es ayudar a desarrollar "una comprensión de cómo los contextos fronterizos y sociales afectan el sueño en el área de la frontera", dijo Ruiz. "En segundo lugar, ¿varían en función de la etnicidad esos patrones del sueño y los riesgos cardiovasculares relacionados? ¿Experimentan los latinos estos contextos de forma diferente que personas no latinas? ¿Y es eso beneficioso o dañino para su salud?".
La mayoría de los adultos necesitan de siete a nueve horas de sueño cada noche, pero cerca de 1 de cada 3 adultos latinos duermen menos de siete horas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. En eso, están a la par de la población general de Estados Unidos.
La falta de sueño, el insomnio y los trastornos como la apnea del sueño tienen relación con afecciones como obesidad, presión arterial alta y diabetes, que pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca.
Hasta hace aproximadamente una década, se prestaba poca atención a la salud del sueño de las personas hispanas. Sin embargo, la población hispana en Estados Unidos creció 23% entre el 2010 y el 2020, hasta sobrepasar los 62 millones, según los datos del censo. Ahora, las investigaciones sobre el sueño de los latinos han aumentado gradualmente, y las conclusiones sugieren que este grupo presenta una mayor incidencia de privación del sueño, pero las causas todavía no son bien conocidas.
En el condado de Santa Cruz, en la región sur de Arizona, unos 1,000 adultos –en su mayoría mexicanoamericanos– con edades entre 25 y 60 años están participando en el estudio. "La cercanía a la frontera puede acarrear mayor estrés, y ese mayor estrés puede tener un impacto sobre la capacidad de dormir", dijo Ruiz.
Los vecindarios fronterizos a menudo deben lidiar con mayor ruido. A esto se suma que los residentes en el condado viven con menos recursos y bajo un escrutinio político, frecuente e intenso, en relación con la seguridad y protección de la frontera. "Todo esto puede constituir un gran reto", dijo Ruiz. "Puede influenciar cuán bien una persona será capaz de conseguir una buena noche de descanso".
El sueño también puede verse afectado por el estatus socioeconómico, dijo Ruiz. Cerca del 20% de los residentes en el condado viven en la pobreza, según datos del censo. Los latinos constituyen más del 80% de los casi 48,000 residentes del condado, y muchos tienen que trabajar en más de un empleo para llegar a fin de mes. "Ese tiempo tiene que salir de algún lado", dijo él.
El estudio se realiza de forma conjunta con el Centro de Salud Comunitaria Mariposa, que está recopilando datos de información socioeconómica, de aculturación y de factores relacionados con el sueño, como el estrés, dijo Patty Molina, directora sénior de servicios de salud para la comunidad del centro y coinvestigadora principal del estudio.
Durante dos semanas, los participantes reciben exámenes y dispositivos que llevan consigo a sus hogares para monitorear sus patrones de sueño. Molina, que supervisa el estudio en Mariposa, dijo que, para propósitos de comparación de datos, en el estudio también participan personas blancas no hispanas. En otras partes de Estados Unidos, algunos estudios han encontrado que las personas blancas no hispanas duermen más y mejor que otros grupos étnicos o raciales.
Molina dijo que la importancia del estudio de Arizona radica en la determinación del vínculo entre el sueño, la salud y los factores sociales y ambientales que "afectan a muchas personas, especialmente aquí, a lo largo de la frontera".
El estudio recomenzó recientemente después de una interrupción debida a la pandemia del COVID-19. Ruiz espera que se complete para finales de este año. Las conclusiones del estudio podrían aplicarse en investigaciones futuras de una población hispana que crece y se diversifica, dijo él.
"Tendremos que ocuparnos de esto más adelante", dijo Ruiz. "La población latina es el grupo más joven por su edad, lo cual significa que solo va a aumentar en proporción de la población total", dijo él. "La comprensión de la salud de los latinos ganará cada vez más importancia como una prioridad nacional".