¿Los hispanohablantes monolingües corren más riesgo en la pandemia?

Por Maria Elena Fernandez, American Heart Association News

Simon McGill/Moment, Getty Images
(Simon McGill/Moment, Getty Images)

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La pandemia ha puesto de manifiesto las desigualdades sociales que hacen que las comunidades históricamente privadas de derechos estén más expuestas a COVID-19. Incluso, estudios recientes sugieren que las disparidades afectan con mayor gravedad a los hispanos que solo hablan español, especialmente en lo que respecta al desempleo y a la inseguridad alimentaria.

"Es un tema de racismo estructural y de las desigualdades estructurales", dijo la Dra. Fátima Rodríguez, cardióloga y profesora adjunta de medicina cardiovascular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, en California. "Tiene que ver con el tipo de trabajo que hace la gente, el tipo de comunidades en las que vive.

"A menudo, toda la familia vive junta con varias generaciones y esto hace que sea muy difícil aislarse si alguien da positivo. Trátese de la inseguridad alimentaria o la falta de vivienda, nunca han sido tan importantes todos esos aspectos del lugar donde se vive, y cuando se tiene una infraestructura de salud pública débil, se generan todas las consecuencias que provienen de estos factores".

En general, los hispanos siguen requiriendo hospitalización de forma desproporcionada o mueren en mayor proporción a causa del virus. De acuerdo con información de los Centros para Control y Prevención de Enfermedades desde el 9 de octubre, los hispanos representan el 27% de los casos de COVID-19 en Estados Unidos, aunque integran el 18.5% de la población total. (Los datos de raza y etnia están disponibles para el 65% de los casos del país).

El aislamiento en la pandemia ha hecho que se pierdan los sistemas de apoyo habituales que generalmente sostienen a los trabajadores hispanos durante tiempos austeros de inseguridad económica y alimentaria. Los trabajadores latinos han sufrido las mayores pérdidas de empleo, sobre todo en el sector de los servicios. Otros, con empleos que no se pueden hacer a distancia, han tenido que seguir adelante y acudir al trabajo a pesar del riesgo de exponerse.

"La gente ha estado viviendo al límite", afirma el Dr. Carlos José Rodríguez, director de epidemiología cardiovascular del Colegio de Medicina Albert Einstein de Nueva York. (No tiene parentesco con Fátima Rodríguez). "Muchos vivían al límite antes de la pandemia, pero ahora se habla de graves crisis de salud mental porque la gente no ha tenido cómo mantenerse; y si tienen familiares que dependen de ellos, ha sido muy angustioso.

"Como cardiólogo, puedo decir que sus factores de riesgo están totalmente fuera de control: diabetes, hipertensión, insuficiencia cardíaca. Todo está desordenado porque no han sido capaces de cuidarse adecuadamente. La realidad es que esto afecta a los latinos y a muchos estadounidenses marginados de muchas maneras".

Las barreras lingüísticas pueden dejar información de salud crítica sobre cómo se propaga el coronavirus, o cómo hacerse las pruebas o vacunarse inaccesible para las personas con dominio limitado o nulo del inglés.

Un estudio de 2020 en Anales de Epidemiología examinó cómo los riesgos y las muertes por COVID-19 entre grupos hispanos de la población difieren según la región y se relacionan con las tasas de empleo, las muertes por enfermedades cardíacas y un menor distanciamiento social.

De acuerdo con el estudio, los casos de COVID-19 fueron mayores en los condados con gran población hispana del noreste y el medio oeste y en los condados con más hablantes monolingües de español. Las muertes fueron mayores en los condados del medio oeste.

Mientras que más del 65% de los hispanos en Estados Unidos nacieron el en país y son angloparlantes, según la Oficina del Censo, existen disparidades más profundas a las que se enfrentan los hablan español exclusivamente. Una encuesta del censo de la primavera pasada mostró que las personas que eligieron responder a las preguntas en español informaron tener un nivel de insuficiencia alimentaria dos veces mayor que los participantes hispanos que respondieron en inglés.

"Uno de los factores más importantes de la aculturación es el estatus lingüístico, la forma de interactuar con el mundo y con el sistema de atención médica, e incluso el nivel de alfabetización de una persona en cuanto a temas de salud", dijo Fátima Rodríguez. "Las personas cuya lengua principal es el español no han tenido el mismo acceso a la información".

Por lo tanto, las comunidades que ya están en desventaja tienen menos conocimientos de salud, "y eso agrava el problema", dijo Carlos José Rodríguez. "Se dio un efecto aditivo y multiplicativo en el que vimos morir, de manera desproporcionada, a los sectores de población negros e hispanos; o se presentaron en el hospital con COVID grave, debido a las disparidades a las que se enfrentan. Fue realmente traumático".

Los expertos médicos coinciden en que las intervenciones estructurales a varios niveles son necesarias para empezar a abordar las desigualdades a las que se enfrentan los hispanos, los negros y otras poblaciones durante la pandemia. Para los hispanohablantes, la educación para la salud y la atención médica deben proporcionarse en español con los niveles de alfabetización apropiados.

"Muchos de nosotros esperamos que esto sea una señal para que se preste más atención, se tome conciencia y se actúe para solucionar estas discrepancias", dijo Carlos José Rodríguez. "Creo que se ha comunicado mucho el hecho de que abordaremos muchas de estas problemáticas, pero en realidad todavía no lo veo. Considero que la acción consiste en seguir adelante y no dejar que la gente olvide lo mal que estuvieron las cosas, porque si nos encontramos con otra pandemia u otra crisis, solo será peor".

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