Protegerte del virus de la dolorosa culebrilla también puede proteger tu salud cardiovascular
Por Michael Merschel, American Heart Association News
Culebrilla es un nombre que parece gracioso para una enfermedad tan seriamente dolorosa. ¿Qué tan dolorosa es? Es difícil de expresar con palabras. Al menos con palabras que se puedan imprimir aquí.
Oficialmente, el dolor de la culebrilla va desde leve hasta intenso. Frecuentemente se describe con palabras como "irritante" y "quemante". Algunos usan "horrenda" e "insoportable".
Quienes la sufren pueden simpatizar con David Letterman. Después de que él tuvo que suspender su programa de entrevistas de televisión nocturno durante más de un mes en el 2003 a causa de la enfermedad, su lista de "las 10 cosas buenas de tener culebrilla" consistió en una sarta de palabrotas para dejar claro que la culebrilla no tiene nada bueno.
Los expertos médicos concuerdan. Además del sarpullido y el dolor que la caracterizan, las cuales pueden durar semanas, meses y en ocasiones años, a la culebrilla –conocida formalmente como herpes zóster– también se le vincula a un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y derrame cerebral.
Esto es lo que debes saber acerca del virus y cómo protegerte.
¿Qué es la culebrilla?
La culebrilla es provocada por un virus, varicela zóster, el mismo que causa la varicela, dijo la Dra. Sharon Curhan, médica y epidemióloga del Brigham and Women's Hospital y de la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston.
"Después de que una persona ha tenido varicela, el virus queda en su cuerpo durante el resto de su vida", dijo ella. La mayor parte del tiempo, nuestro sistema inmunológico mantiene al virus a raya, pero años, e incluso décadas, después, el virus se puede reactivar como culebrilla.
¿Quién corre riesgo?
Alrededor de una de cada tres personas en Estados Unidos tendrá culebrilla en el transcurso de su vida, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
La culebrilla solo afecta a personas que han estado previamente expuestas a la varicela zóster. En la mayoría de los casos, eso significa haber tenido varicela, pero incluso así, hay personas que han sido vacunadas contra la varicela y pueden tener culebrilla años más tarde, dijo Curhan. "La culebrilla es mucho menos común después de la vacuna que después de la varicela, pero puede ocurrir".
Casi todos los nacidos en Estados Unidos en 1980 o antes han tenido varicela, dicen los CDC. En Estados Unidos ha estado ampliamente disponible una vacuna contra la varicela desde 1995.
La culebrilla aparece más comúnmente en personas mayores de 50 años, dijo Curhan. Las personas mayores de 60 años tienen más probabilidades de sufrir complicaciones graves.
Uno no se puede contagiar con culebrilla de alguien que tenga la enfermedad. Pero si nunca has tenido varicela ni te has vacunado contra esta enfermedad, puedes adquirir el virus de la varicela zóster a través de otra persona. Eso podría comenzar como varicela y posteriormente conducir a culebrilla.
En la mayoría de los casos, no está claro qué desencadena la culebrilla, dijo Curhan. Pero alguna investigación ha relacionado el estrés con el desarrollo de la culebrilla. Otra investigación sugiere que el trauma físico también es un factor de riesgo, especialmente para la culebrilla que afecta a la cara y la cabeza. Incluso un historial de quemaduras del sol intensas o con ampollas puede aumentar ligeramente el riesgo, según un estudio del 2019 del cual Curhan fue coautora.
Ella señala que las afecciones que debilitan el sistema inmunológico pueden aumentar el riesgo de culebrilla, y lo mismo puede suceder con algunos medicamentos, incluso esteroides, que se usan para el tratamiento de enfermedades autoinmunes.
Según los CDC, la mayoría de las personas que desarrollan culebrilla solo la tendrán una vez en su vida. Sin embargo, es posible padecerla más de una vez.
¿Cuáles son los síntomas?
La culebrilla aparece más comúnmente como un sarpullido doloroso que muchas personas describen como una sensación abrasadora, palpitante o punzante, dijo Curhan.
El virus generalmente inflama uno o dos grupos de nervios adyacentes. "La gente por lo general siente dolor, picazón u hormigueo en la zona donde se desarrollará el sarpullido", dijo ella. "Incluso un caso 'moderado' puede ser extremadamente doloroso y debilitante".
El sarpullido puede adoptar la forma de una franja o una región de ampollas que cubren el brazo, la pierna o un lado de la cara o el torso. (El término "culebrilla" se deriva del latín "cingulum", que significa cinturón o faja).
Puede parecerse a picaduras de insectos u otras afecciones cutáneas, dijo Curhan. Hay veces en que se puede confundir con un problema cardíaco, renal o pulmonar.
"Si la culebrilla involucra los nervios craneales de la cabeza, la persona podría padecer de parálisis facial, dolor de cabeza agudo, cambios en la visión o el oído, u otros síntomas que podrían confundirse con los de un derrame cerebral", dijo Curhan. Los síntomas que se sienten antes de que aparezca el sarpullido también pueden malinterpretarse como angina, enfermedad de la vesícula biliar, apendicitis o cálculo renal.
"Cualquiera que experimente síntomas que sean preocupantes debe ser evaluado rápidamente por un proveedor de cuidados de la salud", dijo ella.
El sarpullido típicamente se encostra y desaparece en un período de dos a cuatro semanas, dijo ella. Pero el dolor en el área del sarpullido puede durar 30 días o más, y la duración del dolor parece aumentar con la edad.
Algunas personas tienen dolor sin sarpullido. Otras también desarrollan fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, sensibilidad a la luz, fatiga o malestar de estómago, en ocasiones antes de que aparezca el sarpullido.
Si desarrollas síntomas, consulta rápidamente a un médico, dicen los CDC. Los medicamentos antivirales son más efectivos antes de que transcurran 72 horas desde la aparición de los síntomas.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo?
Se estima que del 10% al 18% de las personas con culebrilla desarrollan neuralgia posherpética –un dolor "que puede ser debilitante" y que persiste durante tres meses o más, dijo Curhan.
Las personas también pueden desarrollar problemas de la vista y complicaciones neurológicas.
¿Cuál es el vínculo entre la culebrilla y los problemas cardiovasculares?
Curhan fue la autora principal de un estudio publicado en la revista Journal of the American Heart Association en el 2022 que examinó datos de más de 205,000 adultos y encontró que quienes habían tenido culebrilla tuvieron un riesgo casi 30% mayor de experimentar un evento cardiovascular posteriormente.
El riesgo de sufrir un derrame cerebral fue 38% más alto entre las personas con un historial de culebrilla en comparación con los que no tenían dicho historial. Con respecto a la enfermedad cardíaca coronaria, que incluye ataque cardíaco o la necesidad de un procedimiento cardíaco como injerto de derivación arterial coronaria, el riesgo fue hasta 25% mayor.
"También encontramos que el mayor riesgo persistió durante 12 años y posiblemente durante más tiempo", dijo ella.
¿A qué se debe ese mayor riesgo? "Cada vez hay más evidencia que vincula al virus de la varicela zóster con la enfermedad vascular", dijo Curhan. La varicela zóster es "el único virus humano que se ha demostrado que se reproduce en las arterias y que conduce a vasculopatía" o daños en los vasos sanguíneos, dijo ella.
¿Cómo se puede prevenir la culebrilla?
Según los CDC, la vacuna tiene una eficacia superior al 90% en la prevención de la culebrilla y la neuralgia posherpética en adultos mayores de 50 años con sistemas inmunes saludables. Esta agencia federal recomienda que las personas mayores de 50 años reciban dos dosis de la vacuna zóster recombinante, con un intervalo de dos a seis meses entre ambas dosis.
Eso incluye a las personas que han tenido culebrilla o que recibieron una vacuna anterior, Zostavax, que se descontinuó en el 2020. Los adultos más jóvenes también deben recibir la vacuna si están inmunocomprometidos.
La vacuna también podría reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares debido a la culebrilla, dijo Curhan. Un estudio de 2021 en la revista Stroke encontró que las personas que recibieron la vacuna anterior tuvieron un riesgo menor de derrame cerebral que las personas no vacunadas.
¿Dónde está disponible la vacuna?
Más del 80% de las vacunaciones contra la culebrilla se realizan en farmacias minoristas, dijo la Dra. Dima Qato, profesora adjunta de la Facultad de Farmacia Mann de la University of Southern California.
Qato estudió recientemente cómo la eliminación de los copagos bajo Medicare aumentó el acceso a la vacuna. "Sin embargo, también sabemos que hay disparidades", dijo ella. Las personas negras y latinas tienen menos probabilidades de vacunarse contra la culebrilla que las personas blancas.
¿Cuáles son las posibles reacciones a la vacuna?
La evidencia muestra que la vacuna más reciente contra la culebrilla es segura y eficaz para la mayoría de las personas, dijo Curhan. Las excepciones serían las personas alérgicas a sus componentes.
Algunas personas pueden tener molestias, enrojecimiento o dolor en el brazo en el lugar de la inyección, dijo ella. Otras experimentan fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor de estómago o náuseas que podrían durar dos o tres días.
Lo que sí es seguro es que los beneficios de la vacuna superan los riesgos, porque la culebrilla es algo grave, dijo Qato. "No es algo para tomar a la ligera".