Hola, papás: Ustedes tienen un papel de gran importancia en la salud de sus hijos
Por Michael Merschel, American Heart Association News
Los papás reciben mucha atención en el Día del Padre, pero a veces se les pasa por alto en las investigaciones sobre cómo influyen la salud de sus hijos.
Sin embargo, desde el mismo comienzo, los padres moldean en gran medida la salud de sus hijos, dijo James Muchira, profesor adjunto en la Facultad de Enfermería de Vanderbilt University, en Nashville, Tennessee.
"Los padres, especialmente en el Día del Padre, tienen que estar conscientes de que desempeñan un papel muy importante en el modelado de comportamientos saludables", dijo Muchira, quien estudia cómo los riesgos de enfermedad cardíaca se transmiten entre generaciones. "Su participación es fundamental".
La influencia de un padre es peculiar y complementaria, pero no redundante, con el papel de una madre, dijo el Dr. Michael Yogman, pediatra y profesor adjunto de pediatría de la Facultad de Medicina Harvard, en Boston.
Yogman fue el autor principal de un informe del 2016 de la American Academy of Pediatrics sobre los papeles de los padres, donde se señaló que, aunque las madres todavía se hacen cargo de la mayor parte del cuidado del niño, los padres participan más que nunca y ejercen gran influencia en la forma en que sus hijos se alimentan, hacen ejercicio y juegan.
Esto es lo que Yogman y Muchira dicen sobre cómo los padres moldean la salud de los hijos.
Va más allá de la biología
Cuando hablamos de padres, "nos referimos a un grupo bastante diverso de cuidadores masculinos, quienes no son todos padres biológicos", dijo Yogman.
Aquí se incluyen los padres adoptivos, los padres de crianza y los padres no residentes. "Tampoco debemos olvidar a los abuelos", dijo Yogman, quien tiene dos hijas y dos nietas.
Muchira dijo que la forma en que los hijos aprenden los comportamientos de sus padres es compleja. Pero en general, la mayor parte del riesgo de enfermedad crónica, incluida la enfermedad cardiovascular, no es genética. Buena parte de ese riesgo proviene de factores como el lugar de crianza y la alimentación del niño, además de la educación y de otros factores socioeconómicos.
"La combinación de todos ellos surtirá un efecto más pronunciado sobre la enfermedad cardiovascular que el simple legado genético", dijo Muchira.
Comienza desde temprano
Las futuras madres tienen una influencia dominante antes del nacimiento, mientras sus cuerpos sostienen el desarrollo del niño. Pero entre más temprano participen los padres, mejor será el resultado del embarazo, dijo Yogman.
Él fue coautor de un informe del 2021 que citó investigaciones que correlacionaban la participación de un padre durante el embarazo con una mayor probabilidad de cuidado prenatal y menos consumo de tabaco por parte de la madre.
El estilo de juego de un padre con los lactantes podría ser diferente del de la madre, dijo él. En los juegos de los papás hay más golpecitos leves y pedaleo con las piernas, y hay más probabilidad de que ellos lancen más a los bebés al aire. Cuando los niños tienen entre 18 y 24 meses de edad, los juegos de los padres son más bruscos, algo que podría ayudar a los niños a ser más independientes, desarrollar mejor control emocional y tener menos problemas de comportamiento, dicen los estudios.
Ser un modelo es importante
Yogman dijo que cuando un padre tiene comportamientos saludables relacionadas a la buena forma física, o incluso cuando no usa el teléfono en la mesa familiar, el modelo puede permear al resto de la familia. "Muchos de estos asuntos de estilo de vida son verdaderamente cruciales para una buena salud", dijo él.
Muchira ha investigado cómo los estilos de vida de los padres pueden afectar factores de riesgo de la salud cardiovascular –como colesterol, presión arterial, glucosa en la sangre, hábito de fumar e índice de masa corporal (IMC)– a lo largo de la vida. Debido a la influencia de las madres durante el embarazo, ellas tienen un efecto más marcado que los padres a lo largo de los años, dijo él. Pero su investigación también sugiere que entre mejor es la salud cardiovascular del padre, menor es el riesgo de enfermedad cardíaca y derrame cerebral para sus hijos.
Muchira dijo que las conexiones entre lo que un padre hace y la salud de sus hijos no son inmediatamente obvias. Pero hay problemas, como la rigidez de las arterias, que comienzan incluso antes del nacimiento, y en su trabajo, él ha mostrado que el estilo de vida de un padre está relacionado con la salud de su progenie más de 50 años después.
Las madres y los padres tienen esa influencia duradera por la forma en que modelan el comportamiento, tanto saludable como no saludable, dijo Muchira. Si un padre lleva a un niño a caminar, ese niño puede aprender a disfrutar las caminatas. Si un padre alienta una alimentación saludable, un niño también puede aprender de eso. Los estudios han mostrado que los niños de padres activos tienen más probabilidad de ser activos ellos mismos.
Como padre de una hija de 4 años y un niño de 8 meses, Muchira está consciente de que su propio modelado y guía afectan a sus hijos de maneras que no siempre puede ver, y sabe que a medida que ellos crezcan habrá momentos en los que tal vez ignoren sus consejos. Pero piensa en un amigo mayor que recuerda vívidamente cuando sus padres le enseñaron a evitar las comidas azucaradas y todavía piensa en esa lección al tomar decisiones hoy.
Un niño o adolescente quizás no siempre coma en la forma en que lo haría un adulto bien informado, dijo Muchira. "Pero el punto es, ellos saben. Y una vez que saben, es muy diferente de alguien que no sabe".
Sin embargo, enfatizó Muchira, hay cosas sobre las cuales un padre no tiene control. Un padre no puede modelar una alimentación saludable si la familia no se puede permitir ese tipo de comida, ni puede llevar a sus niños a pasear si no hay un lugar seguro para hacerlo.
Los padres pueden proteger contra el estrés tóxico
La adversidad y el estrés prolongado durante la infancia pueden conducir a múltiples problemas psicológicos y de salud. Pero incluso una sola relación basada en el apoyo y la confianza puede servir de mucha protección contra eso, dijo Yogman. Por ejemplo, las investigaciones han demostrado que una participación positiva del padre "puede contribuir enormemente a la adaptación y protección del niño" cuando una madre sufre de depresión posparto, dijo él.
Otra investigación realizada entre familias inmigrantes hispanas de bajos ingresos mostró que cuando el padre participaba en el cuidado de un bebé, el niño posteriormente tenía niveles más bajos de una hormona relacionada con el estrés y obtenía mejores resultados en pruebas de la memoria a las edades de 8 o 9 años.
Muchira dijo que los padres pueden ayudar a sus hijos a manejar el estrés mediante ejercicios o simplemente pasando tiempo juntos. "Estos tipos de hábitos liberan las sustancias químicas saludables en el cuerpo que reducirán algunos de estos mecanismos de transmisión de riesgo de enfermedad a sus hijos", dijo él.
Lo que un padre tiene que entender
No basta con decirle a un niño lo que tiene que hacer, dijo Muchira. "Ellos también necesitan saber por qué están haciendo lo que están haciendo. Si los padres simplemente hacen cosas sin que los niños sepan el por qué, los niños no verán el motivo para hacerlas así".
Lo cual significa que un padre tiene que entender sus propios números relacionados con el corazón –IMC, presión arterial y colesterol– y otros factores de riesgo. "El padre tendrá que saber esas cosas para que se las pueda comunicar a los niños", dijo Muchira.
Asimismo, los padres deben estar conscientes de que ellos, también, pueden sufrir de depresión posparto, algo que puede afectar a toda la familia, dijo Yogman. Y deben ser participantes activos en las visitas pediátricas de sus hijos. (El informe de la AAP señala que los pediatras, quienes tradicionalmente han enfatizado la comunicación con las mamás, necesitan ser más receptivos con los papás).
Papás, ustedes no tienen que saberlo todo
"No hay tal cosa como la crianza perfecta", dijo Yogman. "Todos nosotros somos culpables de todo tipo de debilidades e infracciones".
La culpabilidad y los estándares imposibles no ayudan a nadie, dijo él. Pero el objetivo de un padre, señaló él, es sencillamente hacer lo que pueda. "Tú quieres que a tus hijos les vaya mejor que a ti".
Tal vez no sea posible evitar que un niño padezca una enfermedad cardíaca en algún momento, dijo Muchira. Pero inculcar valores saludables puede alargar el tiempo que viven sin ella. "Queremos que puedan disfrutar de la vida durante más tiempo".