Cuando esta psicoterapeuta recomienda el cuidado personal, no quiere decir con autocomplacencia
Por Michael Merschel, American Heart Association News
Como psicoterapeuta y consultora de bienestar con clientes desde Nueva York a Nueva Zelanda, Aishia Grevenberg con gusto recomienda el cuidado personal. Pero no espere que esto consista en un día en un espá.
"Creo que 'cuidado personal' es un término demasiado usado, en el sentido de que casi se ha convertido en 'baños de burbujas y manicuras'", dijo Grevenberg. Es mucho más intenso que eso, dijo ella, "y no siempre es agradable, fácil o divertido".
Para Grevenberg, el cuidado personal quiere decir que uno está consciente de sus sentimientos y los aborda con honestidad. "Si un cliente me dice, 'Me sentí rechazado' o 'Me sentí angustiado', siempre busco el significado subyacente". Entonces ella se concentra en la raíz de esa emoción.
Si lo miramos de esta manera, el cuidado personal se puede percibir como intenso o incómodo, dijo ella, "pero es una parte necesaria de nuestro ser".
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental, el cuidado personal en sus muchas formas es una parte importante de la salud en general. Y Grevenberg, quien está ubicada en Playa del Carmen en la Península de Yucatán de México, pone en práctica lo que predica. Ella lo explicó para "The Experts Say", una serie de American Heart Association News en la que los especialistas explican cómo aplican lo que han aprendido a sus propias vidas. (La conversación ha sido editada).
¿Cuál es el significado de cuidad personal para usted?
En realidad es un estado de conciencia plena y meditación; es estar consciente de uno mismo y de nuestras emociones de una manera amable y bondadosa. Tiene un significado muy diferente para diferentes personas en momentos diferentes.
El término tiende a usarse excesivamente estos días.
Es ubicuo. Y debido a que ha perdido su significado, se puede usar para cualquier cosa.
La idea de arreglarnos el cabello, de pintarnos las uñas, ese tipo de cosa, lo hacemos por nosotros, pero no necesariamente quiere decir que estamos presentes con nosotros mismos. El cuidado personal trata fundamentalmente sobre el ser, no el hacer.
Cuando el cuidado personal trata sobre el ser, a menudo es sumamente incómodo. Pero cuando estás lidiando con tu propia tristeza, o culpa o decepción, eso es cuidado personal.
Los problemas que veo en las personas y organizaciones con las que trabajo provienen de evadir nuestra propia persona y de nuestro temor de ser consumidos por la profundidad de nuestros sentimientos. Mi trabajo consiste en ayudarlos a tener la valentía de enfrentar lo que tengan que enfrentar y dejar que eso pase.
Sentir de lleno el espectro completo de la emoción humana es cuidado personal.
Eso suena a algo más complicado que simplemente sentarnos en el sofá y comer nieve o helado.
No quiero decir que debe ser una tarea o un trabajo, pero es necesario ser capaz de esforzarte para que notes cuando no te sientes como tu mismo, luego examinamos nuestro ser interno para saber qué ha estado pasando.
Establecer una relación contigo mismo que puedas nutrir diariamente, eso es cuidado personal.
¿Se lleva mucho tiempo hacerlo?
En realidad no lleva mucho tiempo. No les pido a mis clientes que se sienten en algún lugar y mediten durante horas para saber cómo se sienten. Es una simple reflexión: "No sé, pero creo que estoy sintiendo algo. Voy a hacer una pausa en este momento, quizás respirar profundamente y aceptar todo lo que está pasando. Yo puedo manejar esto".
Entonces, ni siquiera estoy pidiendo cinco minutos. Es solo un momento para reflexionar.
Aquí hay un ejemplo de la diferencia entre la idea popularizada de cuidado personal en comparación con estar totalmente presente con uno mismo en un momento dado: Un día, estaba comiendo con una amiga muy querida. Estábamos sentadas afuera, el día estaba hermoso y el patio muy acogedor. Pero entonces, un carro de la policía se detuvo a unas dos cuadras de donde estábamos. Las luces comenzaron a irritarme.
La idea de cuidado personal de la mayoría de la gente es pedir lo que deseemos del menú. Tomarnos unas deliciosas bebidas. Pero quería hacerme presente con mi amiga, y no podía hacerlo porque estaba distraída.
Mi cuidado personal en ese momento fue pedirle que pausáramos nuestra conversación y preguntarle, "¿Te importaría si movemos la mesa para no estar de frente a las luces parpadeantes?". Y ella dijo, "¿Sabes qué? El reflejo de las luces en la ventana detrás de ti me está distrayendo a mí también".
Las dos somos psicoterapeutas y por unos cinco minutos nos sentimos igual de incómodas. Pero estamos tratando de lidiar con la situación en lugar de estar presente.
Fue una solución rápida. Simplemente le pedimos al mesero que moviera nuestras cosas. En solo dos segundos ya estaba resuelto.
¿De qué otra manera practica este tipo de cuidado personal?
Como mencioné, no requiere mucho esfuerzo. Cuando me lavo las manos, es definitivamente un momento de meditación para mí. En ese momento me conecto.
En otros momentos, me aseguro de levantarme y caminar. Estoy presente y me reviso a mi misma.
Me aseguro de estar en contacto con la realidad y consciente de lo que pasa, para mí, es lo mejor que puedo hacer por mis clientes. Soy una persona común y normal. No todos los días me siento emocionada y doy saltos de alegría. Poder reconocer eso para mi misma es la manera en que puedo hacer mi mejor trabajo.
¿Ha podido practicar siempre el cuidado personal de esa manera?
Antes no lo hacía así. Pero empecé a entender que, cuando no me hacía una autoverificación, al igual que con cualquier otra relación, se me pasaban las cosas. O actuaba de una manera desconectada, como, "Bueno, siento que esto me está molestando, pero más tarde veo lo que me pasa".
Pero entonces las cosas se seguían acumulando. Y llegaba al final de mi día y me sentía completamente desgastada, cuando si me hubiera detenido por unos momentos, hacer una autoverificación, respirar profundamente un par de veces, hubiera procedido de una manera diferente en el día. Tal vez debí haber reconocido el hecho de que no dormí bien o quizás necesitaba desayunar.
¿Hubo alguna situación en particular que le hizo realizar que debía hacer que este tipo de reflexión fuera una parte habitual de su vida?
Recuerdo específicamente en el 2011 cuando estaba por obtener mi licencia como trabajadora social clínica. También era profesora por primera vez y estaba dando clases a estudiantes posgrados. También atendía a clientes en sus hogares. Todo esto me llevaba a manejar y a caminar por todo Las Vegas, en medio de 115 grados de temperatura, mientras trabajaba para el departamento de servicios familiares.
Trabajaba con niños después de escuela. Trabajaba con niños con cáncer en hospitales. Trabajaba con jóvenes que estaban bajo supervisión judicial.
Y me sentía abrumada. Sentía que no podía parar porque estaba tan cerca de terminar las horas que necesitaba. Pensaba, "tengo que seguir adelante, tengo que seguir adelante, tengo que seguir adelante". Me sentía agotada. Y casi no había apoyo, aparte de las palabras "termina" de mis colegas. Entonces, no había una manera para mí decir, "esto es demasiado".
Pues terminé. Seguí adelante. Y no volví a trabajar con niños porque era demasiado para mí.
Antes, no tenía la confianza en mí misma para decir, "Estoy emocionalmente desgastada. No puedo trabajar con niños. Es un detonante emocional para mí". Después de esa experiencia, ahora puedo decir, "Me encantan los niños, pero no puedo trabajar con ellos por la manera en que me veo afectada emocionalmente".
Si alguien lee esto y dice, "Necesito esforzarme más para llegar a conocerme a mí mismo y cuidarme mejor", ¿por dónde puede comenzar?
Todo lo que le pediría a esa persona es quizás agregar cinco minutos en la mañana de lo que sea que acostumbra a hacer. En esos minutos, sentarse consciente de lo que es y de dónde está. Y decir una de estas declaraciones amorosas: "Hoy voy a tratar de contemplar mi propio ser. Hoy voy a tratar de ser bondadoso conmigo mismo. Hoy voy a tratar de ser amable conmigo mismo. Voy a estar consciente de mí mismo. Estoy dispuesto a tratar". Una oración con la siguiente actitud, "Está bien ser yo mismo. Sin embargo, creo que hoy voy a permitir que eso mismo suceda".
Sé consciente de cómo se siente y dónde lo siente en el cuerpo. Y de ahí, la dirección que cada persona necesita tomar por sí misma será más clara.
La sanación ocurre cuando podemos verdaderamente ser.