El ritmo cardíaco y la presión arterial no son lo mismo, y es importante entender por qué

Por Laura Williamson, American Heart Association News

Heavypong/iStock a través de Getty Images
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Baja tu presión arterial. Aumenta tu ritmo cardíaco. Apréndete tus números.

Cuando se trata de la salud cardíaca, entender todos los números relacionados –y cuáles deben subir o bajar y cuándo– puede ser confuso. Pero los expertos dicen que, para ayudar a mantener una buena salud cardiovascular, es importante aprender al menos los aspectos básicos.

Las mediciones más frecuentes son las del ritmo cardíaco y de la presión arterial, que son dos cosas diferentes.

"La presión arterial es la fuerza de la sangre al circular por tus vasos sanguíneos", dijo Scott Collier, director de los Laboratorios de Biología Vascular y Estudios Autonómicos y profesor de Appalachian State University, en Boone, Carolina del Norte. "El ritmo cardíaco es el número de veces por minuto que tu corazón late".

Ambas mediciones indican qué tan bien el corazón hace que la sangre fluya al resto del cuerpo, dijo Collier.

El ritmo cardíaco

"Tu ritmo cardíaco te puede decir cuál es tu forma física", dijo Collier. "Si tu corazón está verdaderamente en buena forma física, no tiene que latir tantas veces para hacer que la sangre fluya".

Para la mayoría de los adultos un ritmo cardíaco normal en reposo está entre 60 y 100 latidos por minuto. Pero las personas que hacen ejercicio pueden tener ritmos cardíacos más bajos, que pueden incluso ser tan bajos como 40 latidos por minuto en reposo para algunos atletas.

Sin embargo, cuando hacemos ejercicio, el ritmo cardíaco aumenta, como debería, dijo Collier. El ritmo cardíaco meta de una persona mientras hace ejercicio varía según la edad, pero debería ser entre 50% y 70% de su ritmo máximo durante ejercicio moderado, y entre 70% y 85% durante actividad intensa. Por ejemplo, una persona veinteañera haciendo ejercicio debe proponerse un ritmo cardíaco de 100 a 170 latidos por minuto, mientras que una persona en sus cincuenta debe proponerse de mantener 85 a 145 latidos por minuto.

Muchas máquinas de ejercicio ayudan a que las personas monitoreen sus ritmos cardíacos durante una sesión de entrenamiento. Algo que también hacen los relojes inteligentes. La medición del ritmo cardíaco antes y después del ejercicio puede ayudar a una persona a estar segura de que está esforzándose suficientemente y también a monitorear su nivel general de forma física, dijo Collier.

El Dr. John Flack, profesor y presidente del departamento de medicina interna en Southern Illinois University, en Springfield, dijo que es importante saber si el ritmo cardíaco de una persona, comúnmente conocido como el ritmo del pulso, está constantemente fuera del rango normal cuando no está haciendo ejercicio o si los latidos son irregulares. Tales situaciones pueden ser indicaciones de problemas como fibrilación auricular, también conocido como AFib, una afección grave que si no se atiende puede provocar coágulos sanguíneos, derrame cerebral, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones.

"Estamos entrando en una era de relojes inteligentes y otros dispositivos wearables que te indican si tu ritmo cardíaco es anormal y que detectan AFib", dijo Flack. "Algo que las personas deben saber es si su ritmo del pulso es irregular. Si no es regular, si se acelera o va más lento, si las mediciones son extrañas, entonces necesitan una revisión médica".

La presión arterial

La presión arterial es la fuerza de la sangre empujando contra las paredes de los vasos sanguíneos al circular por los mismos. Si la presión sobre los vasos sanguíneos es excesiva, es decir, si la presión arterial es alta, esta fuerza con el tiempo causará daños a los vasos y provocará pequeños desgarrones donde podrá acumularse placa, lo que a su vez reducirá el espacio disponible para la circulación de la sangre. Esto hace que el corazón trabaje con más dificultad y menos eficiencia. A la larga, puede causar latidos irregulares, ataques cardíacos o derrames cerebrales.

Según la American Heart Association y el American College of Cardiology, una medición de presión arterial normal para una persona adulta es un valor sistólico (número superior) de menos de 120 mmHg y una lectura diastólica (número inferior) menor de 80 mmHg.

Al igual que el ritmo cardíaco, la presión arterial aumenta al realizar un esfuerzo excesivo. Por eso es que no se debe medir si la persona no ha estado sentada en reposo durante algunos minutos, dijo Flack. "No se le mide la presión arterial a alguien que acaba de subir escaleras".

La AHA y el ACC recomiendan que la presión arterial se mida mientras la persona está sentada en reposo con la espalda recta y ambos pies sobre el piso. Es importante que no beba cafeína, realice ejercicios o fume durante 30 minutos antes de la medición. Se debe usar un manguito del tamaño adecuado y el brazo debe descansar al nivel del corazón sobre una superficie plana, con la parte inferior del manguito directamente arriba del pliegue del codo. El manguito no debe colocarse sobre la ropa.

Para mantener los niveles de la presión arterial dentro de un rango saludable, los expertos dicen que llevar una dieta saludable, mantenerse físicamente activo, limitar el consumo de alcohol, no usar productos de tabaco, mantener un peso saludable, dormir de siete a nueve horas cada noche y manejar el estrés puede ayudar. Para las personas diagnosticadas con presión arterial alta pueden ser necesarios medicamentos.


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