El abuso doméstico puede ocasionar daños de largo plazo en la salud de la mujer
Por American Heart Association News
Las mujeres que viven abuso doméstico podrían tener mayores probabilidades de desarrollar enfermedades del corazón, ataques cerebrales y diabetes de Tipo 2, sugieren investigaciones nuevas.
El estudio británico, publicado el lunes en el Journal of the American Heart Association, buscó llenar las brechas de lo conocido acerca de la relación entre el abuso doméstico y las enfermedades cardiovasculares, causa principal de muerte en las mujeres a nivel mundial. Una de cada cuatro mujeres en los Estados Unidos ha vivido experiencias de abuso doméstico, con estas siendo lo suficientemente graves para ocasionar lesiones, necesitar atención médica, u ocasionar síntomas de trastorno de estrés postraumático.
Un estudio canadiense de 2019 encontró que mujeres que vivieron abuso doméstico tuvieron factores de riesgo por arriba del promedio para cardiopatías; sin embargo, la investigación minuciosa sobre este tema sigue siendo escasa. El estudio nuevo revisó datos de 18.547 mujeres, mayores de 18 años, que vivieron experiencias de abuso doméstico. Estas luego fueron comparadas con 72.231 mujeres de edades similares con factores de estilo de vida riesgosos en cuanto a las enfermedades cardiovasculares.
Los investigadores buscaron determinar qué mujeres desarrollaron diabetes, alta presión sanguínea y distintos tipos de cardiopatías, las cuales incluyen enfermedad de arterias coronarias, ataques cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca y enfermedad vascular periferia.
El estudio encontró que las mujeres expuestas a abuso doméstico tuvieron una probabilidad 31% mayor de desarrollar cardiopatías, comparadas con mujeres que no vivieron experiencias de abuso. Asimismo, se detectó un vínculo particularmente fuerte entre el abuso y el desarrollo de enfermedad de arterias coronarias y ataques cerebrales.
El estudio también mostró que mujeres que vivieron con abuso doméstico tuvieron una probabilidad 50% mayor de desarrollar diabetes de Tipo 2, comparadas con el grupo de mujeres no expuestas. Los investigadores no encontraron diferencias significativas entre los dos grupos, en cuanto al desarrollo de alta presión sanguínea.
El Dr. Joht Singh Chandan, autor principal de estudio, indicó que la investigación no pudo contestar los motivos exactos de la relación que existe entre el abuso doméstico y las enfermedades del corazón.
"Creemos que posiblemente se deban a los efectos del estrés agudo y crónico", agregó Chandan, quien también es becario clínico académico en las Universidades de Birmingham y Warwick del Reino Unido. "Eso puede iniciar cambios en el sistema inflamatorio, lo cual puede predisponer a la persona a padecer enfermedades cardiovasculares, así como diabetes.
"Asimismo, sabemos que exponerse al abuso doméstico puede relacionarse con otros factores de vida tales como mala alimentación, consumo del alcohol y fumar, de acuerdo con lo que se vio en el estudio, además de problemas de salud mental, otro factor en el desarrollo de problemas cardiometabólicos".
Tanto médicos como funcionarios de salud pública necesitan mejorar la forma en que detectan y previenen el abuso doméstico, así como minimizar los riesgos cardiovasculares, agregó Chandan.
"Encontramos que, en el Reino Unido, el abuso doméstico no se registra de manera adecuada en los expedientes médicos, mientras que sí se indica mejor en los expedientes policiales", dijo. "Debemos mejorar la forma en que se comunican mutuamente los sectores públicos para que los médicos puedan detectar una mayor cantidad de casos de abuso doméstico y así proporcionar apoyo médico y psicológico a las pacientes con riesgos".
Chandan instó tanto a médicos generales, como a otros profesionales del ámbito de la salud, a utilizar cuestionarios sencillos que ayuden a detectar a pacientes que se encuentren bajo riesgo de abuso. Uno de los protocolos que recomienda se conoce como ADVR, siglas en inglés de "asking, validating, documenting and referring" (preguntar, validar, documentar y recomendar, PVDR en español).
"El primer elemento es preguntar algo como, 'en mi consultorio veo a pacientes que fueron lastimadas o amenazadas por un ser querido. ¿Eso le sucede a usted?' La validación es decir: 'no es culpa suya'. Posteriormente, los profesionales médicos no deben olvidar documentar la información y hacer una recomendación al concluir".
Chandan dijo que es importante recordar que no todas las mujeres que viven experiencias de abuso doméstico desarrollarán una eventual enfermedad.
"Lo que entendemos acerca de los efectos físicos y mentales del abuso doméstico aún se encuentra en fases iniciales", indicó.
También agregó que uno de los limitantes que puede afectar los resultados, es la grave carencia de anotaciones de abuso doméstico que su equipo detectó en los expedientes médicos.
La Dra. Michelle Albert, quien no participó en el estudio, dijo que, conforme se refinan las herramientas estandarizadas para registrar el abuso doméstico, también mejorarán los estimados de cómo este se relaciona con las enfermedades cardiovasculares.
De cualquier manera, Albert aplaudió el estudio y pidió que se realizaran investigaciones más detalladas sobre el tema.
"La violencia en contra de la mujer es un tema importante que se ha mencionado más bien en publicaciones de salud mental, y necesitamos más estudios como este para observar el tema desde un punto de vista médico", señaló la doctora quien también es directora del Centro para el Estudio de la Adversidad y las Enfermedades Cardiovasculares de la Universidad de California, en San Francisco. "Este estudio es un primer paso importante".
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